Primero, necesitarás una olla grande o una cocinadora lenta para tu caldo. Anúncialo como una olla, llénala con agua y cosas sabrosas, como ajo, jengibre, cebollas y cebollines. También puedes echar especias como pimienta de Sichuan, anís estrellado y chiles secos para darle calor a tu caldo.
Añade tus alimentos favoritos — setas, tofu, rodajas de carne finas como papel — para hacer tu caldo especial. Dale al menos una hora de cocción, para que los sabores se unan y obtengas un caldo sabroso en el que sumergir los ingredientes de tu fondue.
Y luego, cuando tu caldo esté listo, cuelas esos ingredientes, dejándote con un caldo claro y delicioso listo para disfrutar. Acompaña tu caldo de fondue casero con varias salsas para mojar y tendrás una comida de fondue que todos amarán rápidamente.
El caldo de fondue casero es una excelente manera de darle vida a tu cocina y crear una experiencia divertida de cena con amigos y familia. Con solo algunos ingredientes clave y tu imaginación, puedes preparar un caldo sabroso que se adapte a tus gustos y servirlo con un plato delicioso para que toda la familia disfrute.
Para tu propio caldo, llena una olla grande con agua, luego añade sabores y especias de tu elección. No olvides que el ajo, el jengibre, las cebollas y los puerros pueden contribuir a una base de caldo sabrosa. También puedes agregar algunos chiles secos, pimienta de Sichuan y anís estrellado si quieres un toque picante.
Agrega tus sabores, luego personaliza tu caldo añadiendo cosas como champiñones, tofu y rodajas finas de carne que se cocinan en el caldo caliente. Déjalo hervir a fuego lento durante al menos una hora para que los sabores se combinen bien y formen un excelente caldo para sumergir los ingredientes de tu fondue.
Para preparar el caldo, llena una olla grande con agua y agrega los sabores/especias que prefieras. Haz una base deliciosa usando ingredientes como ajo, jengibre, cebollas y cebollines. También puedes agregar chiles secos, pimienta de Sichuan y anís estrellado para darle picante.