Dos de los ingredientes más frecuentes que podrías tener en tu cocina son la pasta de tomate y la salsa de tomate. Pero también, estas salsas rojas pueden ayudar a hacer más delicioso cualquier cosa que ames. ¿Pero cuál es exactamente la diferencia? ¡Descubrámoslo!
La pasta de tomate es simplemente tomates que se han cocinado hasta que están espesos. Tiene un color rojo oscuro y es grande en la escala de sabor. Una pequeña cucharada de pasta de tomate es un truco común para llevar un rico sabor a tomate a todo tipo de platos.
La pasta de tomate es como un turbo-sabor porque es extremadamente potente. Un poco rinde mucho: añadir solo una cucharada de pasta de tomate puede aportar mucho sabor a tomate. Es una verdadera bomba de sabor: puedes espolvorearla en las salsas, echarla en un marinado y cubrir la carne con ella.
Tanto la pasta de tomate como la salsa de tomate pueden ser versátiles. Clásico italiano (espagueti y albóndigas) o mexicano (tacos, enchiladas). También funcionan bien cuando buscas dar un buen sabor a tomate en sopas, estofados y guisos.
Una de las grandes cosas de la pasta de tomate es que es muy fuerte. Como resultado, un poco de esto puede tener un gran impacto en el sabor. Puedes usar la pasta de tomate para darle a tu comida un rico sabor a tomate sin diluirla. Una excelente manera de mejorar el sabor de tu cocina.
Si quieres intentar hacer tu propia salsa de tomate en casa, ¡es simple! Comienza con algunas cebollas y ajo dorado en una sartén hasta que estén suaves. Luego una lata de tomates triturados, algunas hierbas si te gustan (por ejemplo, albahaca y orégano), y un toque de azúcar. Deja que la salsa hierva a fuego lento durante 30 minutos para mezclar los sabores.
Y finalmente tritura la salsa hasta que esté suave. Esta sustituta de salsa de tomate casera se puede utilizar en platos de pasta, pizzas o en cualquier lugar donde usarías salsa de tomate. ¡Es una forma deliciosa de introducir un poco de sabor a tomate fresco en tu cocina!